Aquí la vida se vive a otro ritmo, disfrutando de cada atardecer, como nunca te hubieras imaginado. Estás en lo más alto, a los pies de la Atalaya, viendo como transcurre la vida, sentado en tu azotea contemplando el pueblo, sus calles, sus blancas azoteas el campanario de la Iglesia. y en el horizonte el azul del mar.
Casa típica de pueblo, en una sola planta, techos de madera, muros anchos, alacena de madera. Consta de cinco dormitorios, un baño y una cocina. Salón-comedor con chimenea, para pasar estupendos inviernos. y un gran salón-star, luminoso y fresco. Tiene acceso a la azotea con impresionantes vistas.
Venga a descubrir este precioso rincón de Nijar, le cautivará!.